Toda actividad conlleva un riesgo,
ya que la actividad exenta de ello representa una inmovilidad total, Pero aun así. Si todos nos
quedamos en casa sin hacer nada y se detuviera toda actividad productiva y de
servicios. Aún existiría el riesgo, no cabe duda que menores; pero existirían,
el riesgo cero no existe.
Entonces, debemos definir el riesgo como la probabilidad que
un peligro (causa una pérdida), existente en una actividad determinada durante
un periodo definido, ocasione un incidente con consecuencias factibles de ser
estimadas.
También lo podemos
entender cómo, el potencial de pérdidas que existe asociado a una operación
productiva, cuando cambian en forma no planeada las condiciones definidas como
estándares para garantizar el funcionamiento de un proceso o del sistema
productivo en su conjunto.
El riesgo incontrolado hace que el logro
de los objetivos operacionales sea incierto.
Los riesgos en general, se pueden
clasificar en riesgo puro y riesgo especulativo.
El riesgo
especulativo es aquel riesgo en la cual existe la posibilidad de ganar o
perder, como por ejemplo las apuestas o los juegos de azar.
En cambio el riesgo puro es el que se da en la empresa y existe la
posibilidad de perder o no perder, pero jamás ganar.
El riesgo puro en la
empresa a su vez se clasifica en:
- Riesgo inherente
- Riesgo puro
- Riesgo incorporado
El riesgo inherente Es aquel riesgo que
por su naturaleza no se puede separar de la situación donde existe.
Es propio del trabajo a realizar. Es el riesgo propio de cada empresa de
acuerdo a su actividad.
El riesgo incorporado, es aquel riesgo que
no es propio de la actividad, sino que es producto de conductas poco responsables de
un trabajador. Que asume otros riesgos
con objeto de conseguir algo que cree que es bueno para el y/o para la empresa.
como por ejemplo ganar tiempo, terminar antes el trabajo para
demostrar a sus compañeros que es mejor, etc.
En si los riegos toca localizarlos y
estudiar las debilidades de las empresas
con el fin de encontrar puntos a mejorar y reforzar,
previniendo así posibles situaciones de peligro que podrían haberse evitado.
Los
riesgos laborales se pueden clasificar del siguiente modo:
- Riesgos Físicos: Su origen está en los distintos elementos del entorno de los lugares de trabajo. La humedad, el calor, el frío, el ruido, la iluminación, las presiones, las vibraciones, etc. pueden producir daños a los trabajadores.
Ejemplo: Cuando
un trabajador está en el área de trabajo realizando su actividad con un mala
iluminación.
- Riesgos Químicos: Son aquellos cuyo origen está en la presencia y manipulación de agentes químicos, los cuales pueden producir alergias, asfixias, etc.
Ejemplo: Cuando
un trabajador está manipulando incorrectamente cualquier tipo de material
químico.
- Riesgos Biológicos: Se pueden dar cuando se trabaja con agentes infecciosos.
Ejemplo: Cuando
se está trabajando en un lugar poco limpio.
- Riesgos Ergonómicos: Se refiere a la postura que mantenemos mientras trabajamos.
Ejemplo: Cuando
se está trabajando con una postura inadecuada.
Factores
Psicosociales: Es todo aquel que se produce por exceso de trabajo, un
clima social negativo, etc., pudiendo provocar una depresión, fatiga profesional, etc.
clima social negativo, etc., pudiendo provocar una depresión, fatiga profesional, etc.
Ejemplo: Cuando
un trabajador tiene problemas familiares o cansancio a causa del exceso de
trabajo. (Fatiga profesional).
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